Tras casi nueve meses viviendo en este hermoso país, luego de muchas cosas vividas (la mayoría positivas, algunas negativas), ha llegado el momento de hacer un pequeño recuento del verdadero significado de «vivir en Panamá».
Vivir en Panamá no es fácil. Pero ¡ojo!, no lo es en ningún lugar del mundo fuera de tu país, considero que todo depende de tu actitud y de tu planificación.
Ahora bien, primero lo primero: Panamá no es un país desarrollado. Es una nación que está en vías de desarrollo (a muy buena velocidad, por cierto), pero aún no lo es. Esto lo digo porque se trata de un lugar con muchísimas cosas buenas, con una economía fortalecida y una geografía privilegiada; y de Panamá se habla tan bien a nivel mundial que muchas personas posiblemente se hacen una idea sobrevaluada de lo que es este excelente país.
Vamos a comenzar primero por lo bueno. En Panamá hay de todo, sí, literalmente de todo. He visto en los supermercados una variedad de productos que difícilmente se consiga en cualquier otro país del mundo. Solo por poner un ejemplo, es muy común ver (en la misma nevera) un queso brie francés al lado de un manchego español y un gruyere suizo, detrás de un queso Monterrey Jack hecho en Estados Unidos y un parmesano made in Italy. Recientemente he comenzado a ver quesos venezolanos (estos sí son hechos en Panamá) como el guayanés o de mano.
Por supuesto, por el simple hecho de ser «el ombligo del mundo», Panamá tiene la ventaja de que un porcentaje considerable del comercio mundial pasa por aquí, lo que ayuda a que exista disponibilidad de productos de todo el globo. Sin embargo, eso no quiere decir que todo sea barato, pues traer mercancía desde tierras lejanas implica un costo que se refleja en el precio final del producto. Por ejemplo, un vino español Rioja “Cune” crianza que nos tomamos en Madrid un día feriado en un restaurante por 10 euros, aquí en un supermercado lo consigues por 18 dólares aproximadamente.
Si vienes de un país desarrollado, por ejemplo España, no te tengo noticias muy alentadoras. Me explico: aquí sí hay trabajo y además los españoles son muy bien vistos en Panamá. De hecho, la comunidad española en este país está muy organizada y nos apoyamos entre nosotros (sí, recuerden que yo tengo doble nacionalidad, así que al igual que formo parte de la comunidad venezolana, también estoy en la comunidad española), sino que desde hace muchos años ha contribuido al desarrollo de esta nación. Me refiero más bien a otros aspectos como, por ejemplo, el transporte público. Aquí es mucho más económico, pero está muy lejos del nivel que hay en Europa. El pasaje de bus cuesta 0,25 dólares y el de metro 0,35; un servicio de taxi dentro de la ciudad muy raras veces pasa de 5 dólares, pero el problema es que el servicio de Metrobus últimamente ha presentado algunas fallas (tanto en calidad como en puntualidad), el metro es muy nuevo y tiene únicamente una línea por lo que su área de servicio es limitada y los taxis, bueno, como puedes conseguir uno en perfecto estado, es posible que te toque la lotería y te subas en uno en el que sientas que en cualquier momento puede brincar un resorte del asiento y atravesarte por la mitad.
Por otro lado están los horarios de trabajo. Aquí la ley estipula un mínimo de 48 horas semanales con un descanso de mínimo 30 minutos y máximo dos horas durante la jornada. Tendrás un sólo día libre a la semana y la jornada normalmente inicia a las 8 am y termina a las 5 pm; pero eso va a depender muchísimo de la empresa y ramo en el que trabajes, porque la mayoría de los supermercados, por decir algo, están abiertos las 24 horas del día.
Entonces, efectivamente, Panamá es un país en el que hay oportunidades de trabajo y todo el que honrada y legalmente quiera ejercer su profesión o invertir en una empresa puede surgir económicamente, ser próspero y alcanzar tus metas profesionales y personales, pero también es un país en el que se trabaja muchísimo, en el que las cosas se ganan y se construyen con esfuerzo y mucha dedicación (sin fórmulas mágicas ni caminos fáciles), por lo que es necesario que te pases el interruptor mental en ese aspecto.
Incluso bajo esa premisa hay cosas buenas que tomar en cuenta: Montar una empresa y ponerla a funcionar en Panamá es súper rápido, la carga impositiva es menor que en otros países y hay una pasión emprendedora regada por todo el país. También es relativamente fácil hacer negocios con los vecinos de Centroamérica y la cercanía de Panamá con los Estados Unidos, tanto en el aspecto político como histórico y económico (acá usamos el dólar americano como moneda corriente), hace que sea relativamente fácil hacer negocios también con el gigante del norte.
Panamá es un país maravilloso porque, desde mi punto de vista, tiene la mezcla perfecta entre ese «modus vivendi» propio de Latinoamérica y los elementos característicos del primer mundo; lo que hace que sientas que estás viviendo (como de hecho lo es) en un país en el que hay leyes (y se respetan), normas, reglas, con mega malls, tiendas de todo tipo (desde aquellas que tienen ofertas permanentes hasta las que son de diseñadores exclusivos); un hub aéreo que te da la oportunidad de ir a cualquier parte del mundo con muy pocas conexiones y un sin fin de cosas más que le dan forma a una sociedad ordenada y civilizada, sin llegar al extremo de sentirte en esa surreal e inflexible realidad de países como los Estados Unidos.
Si quieres comunicarte conmigo vía correo electrónico, sólo debes escribirme a través de este formulario.
Recuerda seguirme en Instagram: @EnriqueVasquez
Y también sígueme en Twitter: @EnriqueVasquez
Y te invito a unirte a nuestro grupo de Facebook Inmigrantes en Panamá en el que compartimos experiencias y nos ayudamos entre todos.
Enrique Vásquez
Recuerda, mi nombre es Enrique Vásquez y soy abogado de extranjería estudiado y colegiado en España, para información migratoria escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.
En nuestro despacho también ofrecemos seguros de salud, decesos, vida y mascotas. Escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.
Puedes seguirme en mis redes sociales: