Llegó el otoño a Madrid y así he vivido el bajón de temperatura

Cuando llegué a Madrid a mediados de julio, era «pleno verano», y había un calor que hasta ese momento no conocía. Las temperaturas llegaban a 40 grados centígrados, y para mi que soy un inmigrante venezolano en Madrid, esto no es fácil.

Alguien que, como yo, viene del oriente venezolano; podría pensar que semejante calor no es nada extraordinario. Sin embargo, hay un detalle que transforma las altas temperaturas en un verdadero problema. Es que en la capital española la humedad era extremadamente baja, en algunos casos del 10 por ciento; por lo que estamos hablando de un calor tremendamente seco, terrible, insoportable, que te agota muchísimo y deshidrata sin que te des cuenta.

A partir del 22 de septiembre llegó oficialmente el otoño, que es esa época del año en la que ocurre la transición del verano hacia el invierno. En consecuencia, las temperaturas son cada vez más bajas. Si estás por venirte en estas fechas a Madrid, debes tomar las previsiones necesarias y traer lo que en Venezuela llamamos «ropa gruesa», especialmente chaquetas.

Si vienes con niños pequeños o ancianos, que no estén acostumbrados al frío, las previsiones de vestimenta que deberás tomar antes de volar a Madrid serán mayores; pues las posibilidades de una gripe aumentan al primer contacto con este nuevo entorno.

Como sabemos, en Venezuela el clima no varía mucho a lo largo del año, pero en los países que están al norte o al sur, donde están claramente diferenciadas las cuatro estaciones; estas variaciones de temperatura pueden ser muy fuertes a medida que van pasando los días.

Por ejemplo, la temperatura máxima promedio de Madrid al 1 de septiembre fue de 30 grados centígrados, mientras que sólo 90 días después, el 30 de noviembre, el promedio ha bajado hasta los 10 grados. Esta variación tan fuerte de temperaturas en un mismo lugar es algo impensable en cualquier país caribeño.

Lo mismo pasa con la salida y puesta del sol y la cantidad de horas de luz que hay en el día. Eso va cambiando según avanza el año. Es por eso que el 1 de septiembre en Madrid hubo 13 horas y 4 minutos de luz solar, mientras que el 30 de noviembre sólo tendremos 9 horas y media de luz, llegando a su punto mínimo la tercera semana de diciembre cuando sólo habrá 9 horas y 17 minutos de luz. A partir de entonces, comienza a aumentar el tiempo de luz hasta mediados de junio que llega a poco más de 15 horas.

Es por eso que, ahora que comienza otoño, si vienen de Venezuela a Madrid en estos días y no tienen ropa abrigada, vayan comprándola. Es verdad que aquí se consigue excelente ropa de invierno, pero la necesitarán desde el momento que desciendan del avión, así que no esperen llegar aquí para comprarse al menos una buena chaqueta. Incluso por un tema de ahorro y presupuesto familiar es preferible comprarla antes de llegar y así evitarán ese gasto.

Recuerden que desde ahora, y hasta principios del próximo año, las temperaturas no harán sino bajar hasta llegar a niveles en los que, a menos que estés bien forrado (prácticamente como una momia), el frío será insoportable.

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Enrique Vásquez