Encerrados en casa, día 52: Hoy perdí mi DNI y me encontré con esta sorpresa - Enrique Vásquez

Encerrados en casa, día 52: Hoy perdí mi DNI y me encontré con esta sorpresa

Hoy es el día 52 de cuarentena en Madrid. Ya ni sé cuáles son los números, las cifras, ni nada. En realidad, dejé de estar pendiente de eso hace días porque, ¿total?… Si la mayoría de los expertos considera que lo que nos dice el Gobierno es mentira, ¿para qué hacerles caso?

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Hoy ha sido un día muy movido en lo que a política española se refiere. De hecho, ERC ya dijo que votará en contra de la prórroga del Estado de Alarma y el Partido Popular ha dicho que no lo apoyará, aunque, al momento de escribir estas líneas, aún no se sabe si será mediante abstención o un “no”.

Si es abstención, pues, la prórroga saldría adelante con los votos del PSOE y de Podemos, pero, si el PP vota NO, el Estado de Alarma no prosperaría porque tendría más votos en contra que a favor. Así que ahora toca esperar el momento de la verdad.

Por supuesto, el régimen social-comunista que está en el poder en España ya ha lanzado toda su maquinaria mediática a por los Populares, buscando presionarlos para que apoyen la votación en el Congreso, so pena de culparlos por todo lo malo que suceda de ahora en adelante. Ya veremos en qué queda esto.

Hoy salí al supermercado. Como todas las veces que he salido, sólo me llevé el DNI y el móvil. Ni dinero en efectivo, ni cartera, ni nada; sólo una bolsa plástica, el DNI, móvil (para pagar), las llaves de casa y las gafas, porque sin ellas no puedo ver. El hecho es que hoy, además, tenía que pasar por la farmacia, así que también me llevé la tarjeta sanitaria.

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Coloqué el DNI y la tarjeta sanitaria dentro de uno de los bolsillos traseros del pantalón, la bolsa plástica en el otro, las llaves en uno de los delanteros y el móvil en la mano. Por supuesto, con la insufrible mascarilla puesta (por cierto, debo confesar que cuando hace frío la mascarilla es tolerable, pero, a 30 grados, se vuelve insoportable).

El hecho es que, en la ruta al Mercadona, me desvié un momento hacia el Ahorra Más para ver el precio de un producto que necesitaba comprar. Si estaba más barato allí lo compraría de regreso y, si no, lo compraba en el mismo Mercadona.

Al entrar al supermercado, guardé el móvil, probablemente en el mismo bolsillo trasero del pantalón donde estaban el DNI y la tarjeta sanitaria porque, antes de entrar, hay que ponerse guantes, echarse gel y toda la parafernalia que ya es por todos conocida.

Dentro del Ahorra Más saqué el teléfono y tomé una foto del producto para preguntarle a María José si era el que ella necesitaba. Me dijo que no, así que guardé el móvil de nuevo (seguro en el mismo bolsillo, no recuerdo) y me fui al Mercadona.

Mientras caminaba al Mercadona, volví a sacar el teléfono, grabé una historia para mi Instagram y no recuerdo si lo guardé de nuevo, pero, al llegar al supermercado, sí que lo hice porque nuevamente hay que ponerse guantes, gel y, como ya ustedes deben saber, con esos “guantes de bolsa plástica” es imposible usar el teléfono.

Al salir, saqué el teléfono de nuevo, lo usé para pagar la compra, lo guardé, dejé el carrito en la puerta y, una vez afuera, lo saqué para ver si María José me ha escrito. En ese momento escuché que un chico me llamaba y, cuando volteo, me dice que se me ha caído un carné… Era la tarjeta de la sanidad pública. Cuando me revisé, el DNI no estaba.

Me devolví al supermercado, pregunté y revisé el suelo por donde caminé, pero no estaba allí. Pasé por el Ahorra Más, siempre revisando el suelo, por la misma ruta que venía. Nada. No estaba Pregunté en este otro supermercado. Tampoco. Caminé rumbo a casa, siempre pendiente, y nada.

El hecho es que el DNI se esfumó. No sé qué pudo pasarle. Imagino que alguien lo cogió y lo llevó a algún lado. O lo va a entregar a la policía o me lo traerá a casa, porque allí está la dirección.

Sólo espero que no lo haya encontrado alguien que quiera ponerse a pedir préstamos o abrir cuentas bancarias a mi nombre. Porque eso es posible en estos países. El robo de identidad es muy común.

El hecho es que luego de venir a casa, me voy a la comisaría de Policía a poner la denuncia y fue allí donde caí en cuenta del terrible estado de indefensión jurídica en que nos encontramos en España en este momento, con el Estado de Alarma. Lo que me ocurrió allí es increíble.

Resulta y acontece que, por el estado de alarma, la Policía no está recibiendo denuncias. El oficial me dijo “vuelve cuando se levante el Estado de Alarma” y le tuve que preguntar que, si alguien usa mi DNI para comprometerme jurídicamente, ¿cómo me defiendo?, ¿cómo hay pruebas de que extravié el DNI el 4 de mayo a las 15:00 horas?

Al final, luego de tanto insistirle, me dio una hoja (planilla) para que la rellenara y la mandara por email, para que con eso quedara constancia. Pues lo he hecho y aún no me han respondido el correo.

Pues, a las 23:50, un señor muy amable me trajo el DNI, que la esposa se lo encontró. Qué alegría.

Precisamente por esa situación es que escribo este artículo hoy y lo comentaré (con más detalles) en mi Live en mi canal YouTube.com/EnriqueEnVivo, porque es importante que queden pruebas documentales de lo ocurrido. No sé quién pudo haber encontrado mi DNI ni qué va a hacer con él.

Esta situación, parecida, pero con un vecino que la graba sin su consentimiento; le ocurrió a una amiga. Ella llamó a la Policía para denunciarlo y le dijeron que tenía que esperar que terminara el Estado de Alarma. O sea, ¿qué rayos está pasando en España?, ¿dónde quedan los derechos consagrados en la Constitución?

¿Dónde queda el Art. 9 CE que garantiza la seguridad jurídica?, ¿y el derecho fundamental del artículo 17 que garantiza que todos los españoles tenemos derecho a la seguridad? Que no me tomen de inmediato la denuncia de la pérdida de mi DNI ni revoquen los certificados electrónicos del mismo, produce inseguridad. En el caso de mi amiga… ¿el derecho fundamental consagrado en el artículo 18 de la intimidad personal?

En resumen, esto es un caos total, una inseguridad digna de república socialista bananera. Qué desastre este gobierno y su manejo de la pandemia. Es terrible.