Conozco a paisanos que se han visto obligados a emigrar y, después de muchos sacrificios (económicos, profesionales y hasta emocionales); finalmente se van a otros países donde tienen la oportunidad de establecerse y salir adelante.
Sin embargo, una vez que llegan a su destino, pareciera que solo tienen un objetivo en mente: Volver a Venezuela. Están convencidos de que el cambio político llegará pronto y podrán regresar a un país que los recibirá con los brazos abiertos, para ser reconstruido por todos, en unión, amor, paz y armonía.
Para muchos, lo ideal sería poder regresar a Venezuela y retomar la vida que dejaron «en pausa». No obstante, debemos recordar que emigrar implica un proceso de adaptación integral y, sin darnos cuenta, estamos construyendo «una nueva vida» en ese lugar. Como los árboles, cuyas raíces se hunden más profundamente en el suelo a medida que van creciendo; nuestras raíces en una nueva tierra se van haciendo más profundas, y marcharse es cada vez más difícil.
Por eso considero que, por tu salud mental, tu tranquilidad espiritual y la felicidad tuya y de tu familia; lo ideal es hacer de tripas corazón. Si tienes que hacerlo, llora, drena, lucha contra el apego y comienza a aceptar que estás en otro sitio, que este lugar es tu presente y, muy probablemente, tu futuro.
Es importante que reflexiones e interiorices lo que sucede a tu alrededor, siendo lo más realista posible. Piensa que algún día, cuando Venezuela cambie, quizás tus hijos o nietos podrán ir a levantarla, pero tu futuro ya no está allá. Acepta que ese es tu origen, tu pasado y tu historia; pero la vida es evolución y cambios constantes.
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Ahora debes enfrentarte a nuevos retos en el lugar donde te encuentras y tu felicidad depende de ti. Cuando emigraste lo hiciste justamente para eso, para ser feliz; así que no esperes más. Aferrarse al pasado solo te aleja de tu objetivo. El aquí y el ahora son las únicas certezas que tenemos. Vive tu presente lo más intensamente que puedas, con las personas que amas. Sí se puede.
Enrique Vásquez
