Así fue el proceso del trámite de residencia de mi esposa en Madrid

María José llegó a Madrid procedente de Venezuela a través de un largo recorrido que hizo por cuatro países distintos, el primero de sus vuelos fue desde Barcelona (Venezuela) hasta Panamá. Allí pasó dos días en casa de una amiga y luego salió en la siguiente ruta: Panamá – New York – Bruselas – Madrid, haciendo escala en cada una de esas ciudades. La jornada duró más de 19 horas, pero tomando en cuenta el precio del billete, valía la pena hacerla.

La tarjeta de transporte público de ella me llegó por correo una semana antes y la llevé conmigo al aeropuerto cuando la fui a buscar (a través de la línea 5 del metro y la línea 200 del bus Madrid, una ruta de la que les contaré próximamente). Mientras esperaba la llegada de su vuelo desde Bruselas, le hice la carga del abono de transporte, por lo que la primera vez que se montó en un bus aquí en Madrid ya lo hizo con su tarjeta.

A los dos días fuimos a que se empadronara. Llegamos 10 minutos antes de la hora de la cita y el chico nos pidió que nos sentáramos. No fue sino hasta la hora exacta que le tocaba a ella, que le emitió el ticket con su número para que la atendieran. Lo hizo con su pasaporte y no hubo ningún problema. Como yo ya me había empadronado previamente en esta dirección, firmé la autorización en su planilla de empadronamiento y mostró mi DNI original (también hubiera servido una fotocopia). El trámite no tardó más de 15 minutos después que el chico le diera el ticket con su turno.

Ya con eso tenía listo el primer paso: indicarle al gobierno su dirección de residencia (esto es obligatorio para todo el que se mude a Madrid a vivir. Tiene que empadronarse, más allá de su estatus migratorio).

Debido a que no podía incluir a María José como mi beneficiaria en la Seguridad Social (ya que uno de los requisitos para eso es que tenga residencia); decidimos que lo mejor era que ella tuviese un seguro privado de salud. Luego de preguntar y averiguar, elegimos uno que nos vendió una amiga que es un seguro excelente. Si quieres ese mismo, ponte en contacto conmigo a través del formulario de contacto de este blog o en el grupo de Facebook «Inmigrantes Venezolanos en Madrid» para darte sus datos.

Lo importante del seguro para trámites de extranjería es que no debe tener carencias (tiempos de espera para usar los servicios más importantes) ni tampoco copagos. Si el seguro tiene copago, es muy probable que no aprueben el trámite. Así que mucho cuidado con eso.

El día de la cita para introducir su solicitud de residencia, llegamos cinco minutos antes de la hora. En esta oportunidad no fue buena idea, ya que por lo visto en este trámite los procesos son más lentos y había como 10 personas por delante en espera. Una hora después nos tocó el turno (sí, yo la acompañé a todos esos trámites ya que mi horario de trabajo en el bar me permitía hacerlo). En la carpeta llevamos lo siguiente (en original y copia):

• Mi contrato de trabajo
• Informe de vida laboral de la Seguridad Social (documento que se baja de la página web de la Seguridad Social que evidencia que estoy dado de alta como trabajador por cuenta ajena).
• Formulario EX-19 debidamente cumplimentado.
• Papeles del seguro de salud (factura, formulario de la póliza y una página que nos dieron en la que indica que ella está asegurada).
• Volante de empadronamiento en el que aparecíamos los dos en la misma dirección.
• Literal de Matrimonio emitida por el consulado en Venezuela
• Libro de Familia
• Pasaporte de María José (incluyendo fotocopia de todas sus páginas)
• Mi DNI

El chico que nos atendió, muy amable, nos trató muy bien. Entre otras cosas nos contó que tiene muchos amigos venezolanos y que el 97% de las solicitudes de residencia de familiar de comunitario que había atendido en los últimos meses, han sido de venezolanos.

Luego de recibir los documentos, verificó que todo estaba en orden. Nos dijo que le parecía que no habría problemas de ningún tipo y que en tres semanas verificáramos en la página web de las administraciones públicas el estatus del trámite.

Cuando habían transcurrido dos semanas y media me quedé sin empleo (por motivos ajenos a mi voluntad y a la de los dueños del bar) y debo confesar que estaba muy preocupado porque pensaba que le iban a rechazar el trámite, tanto así que durante esos días casi ni dormí de la preocupación, por lo que me puse a buscar otro empleo, que, bueno, no apareció.

Cuatro días después de ese hecho, o sea justo a las tres semanas que nos indicó el chico de extranjería, apareció aprobada la solicitud en estatus: “RESUELTO – FAVORABLE”, en ese momento (luego de gritar, brincar, abrazarnos, besarnos, destapar una botella de vino, pedir una pizza para celebrar y decidir que retomaríamos nuestros planes de emprendimiento, o sea, que temporalmente se posponía la búsqueda de empleo) fui a la siguiente fase: buscar una cita para la toma de huellas.

Comencé buscando en las oficinas que están en Madrid centro y la cita más cercana era seis semanas en el futuro. Decidí que era mucho tiempo, así que fui chequeando en zonas más alejadas. Conseguí para la semana siguiente en Alcobendas y ahí agendé (recuerden que la cita puede ser en cualquier comisaría dentro de la misma comunidad autónoma en la que vives). Por sólo una semana de espera, valía la pena pagar el billete de tren hasta allá.

En esa semana llenamos la planilla para pagar los 10,60 euros en el banco. Hay que imprimir tres copias, el banco se queda con una y de devuelve dos troqueladas y selladas.

El día de la cita para las huellas llevamos lo siguiente (en original y copia):

• Planillas de depósito bancario
• Pasaporte de María José
• 2 fotos tamaño carnet de María José
• Mi DNI
• Impresión de pantalla de la página donde dice que el trámite está resuelto (sólo una, sin copia)
• Volante de empadronamiento

La cita fue a las 7:00 de la noche. Llegamos a las 6:15, no había nadie y el señor nos atendió sin ningún problema (estaba hasta echando chistes y todo). Le tomó la huella de los dos dedos índice a María José, le entregó un papel en el que indica la solicitud y le dijo que con ese documento y con su pasaporte fuera en 30 a 35 días a buscarlo.

Apenas 21 días después, ella tuvo que ir a para Alcobendas a hacer una diligencia relacionada con algo que no tenía nada que ver con el trámite migratorio; así que aprovechó y se llevó el pasaporte y la planilla. Su carnet ya estaba listo, no tardó ni 10 minutos en retirarlo.

Así que ahora, ya tiene su residencia por cinco años en España y luego que pase un año desde el momento de la fecha de vigencia de ese carnet, por ser cónyuge de español puede iniciar los trámites de su nacionalidad. Cuando llegue el momento, veremos. Por ahora, aquí estamos y aquí esperamos seguir.

Ahora, continuamos con nuestros planes de emprendimiento, por lo que, nos estamos dedicando en cuerpo y alma a capacitarnos con las muchas opciones gratuitas tanto públicas como privadas que hay disponibles en Madrid, para el año que viene lanzarnos al ruedo empresarial con varias ideas que tenemos, mientras tanto, a seguir viviendo Madrid en todo su esplendor, porque la navidad aquí es maravillosa.

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Enrique Vásquez