Muchos venezolanos han emigrado con la intención de regresar al país cuando termine este negro y destructivo episodio de nuestra historia. Otros, decididos a hacer un viaje «one way», sin intenciones de volver, aunque la situación política cambie.
La verdad es que a pesar de los planes de vida que se hagan, la vida siempre puede sorprendernos. Por ejemplo, ¿cuántos de los extranjeros que llegaron hace décadas a Venezuela, y trabajaron durante toda su vida para garantizarse una vejez digna y tranquila, se imaginaron que tendrían que regresar en sus años dorados al lugar del que salieron? Probablemente ninguno, pero el futuro no está escrito.
Sin embargo, regreses o no, hay algo que sí es posible hacer desde el primer día de nuestra emigración: dejar el nombre de nuestro país en alto. Sin importar el imprevisto giro que pueda tener tu proyecto migratorio, Venezuela merece que los venezolanos seamos vistos en todo el mundo como personas de bien, solidarias, trabajadoras, honestas y con muchas ganas de aportar al lugar que nos abrió las puertas.
Recordemos que, lamentablemente, todo lo malo que haga UN venezolano suele terminar en generalizaciones. Por ejemplo, si capturan a un paisano robando nadie dirá: «apresado un delincuente». Lo que se comentará es «agarraron un venezolano robando». Así, poco a poco y sin que sea culpa de la mayoría, es como la imagen de un país se va dañando poco a poco.
Así que, por favor, hermano venezolano: si vas a emigrar, olvídate de las malas mañas que podrías tener en nuestro país. Recuerda que, en el extranjero (especialmente en países desarrollados), las fuerzas policiales suelen ser incorruptibles y, si te sorprenden cometiendo algún delito; seguramente irás a la cárcel, sin importar cuánto llores, intentes sobornar o busques librarte con las tácticas que se suelen emplear en la Venezuela chavista.
Más allá de las fronteras de nuestro país, todos los venezolanos somos uno y por eso, cada vez que obramos de manera positiva; ponemos en alto nuestro gentilicio.
Además, aprender a actuar de forma correcta, legal y ética será, definitivamente, un punto importantísimo cuando llegue el día de reconstruir nuestro país. Aquellos que decidan regresar llevarán consigo la visión y la experiencia de sociedades donde la mayoría de los ciudadanos cumple las reglas.
Podemos ser los mejores inmigrantes del mundo. ¿Por qué no? ¡Claro que es posible!
Enrique Vásquez
Recuerda, mi nombre es Enrique Vásquez y soy abogado de extranjería estudiado y colegiado en España, para información migratoria escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.
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