Así me empadroné en Madrid (sencilla guía de cómo hacerlo)

Como saben, llegué a Madrid procedente de Venezuela hace una semana. Poco a poco he comenzado a realizar los respectivos trámites para tener todos mis documentos en regla y estar al corriente con todo lo que necesito para vivir aquí.

Es cierto que tener la nacionalidad española facilita algunos trámites, pero la verdad es que hasta ahora sólo he tenido oportunidad de hacer dos de ellos y ninguno requiere poseer nacionalidad ni residencia. Lo primero fue sacar la tarjeta de Transporte de Madrid y, ahora, empadronarme.

En los próximos días escribiré el post sobre mi experiencia al adquirir la tarjeta de transporte; pero en esta oportunidad quiero hablarles del empadronamiento, que es un trámite necesario para acreditar tu residencia en España, especialmente en el municipio en el que vives, así mismo, este documento acredita el tiempo de permanencia en el país.

Mira a continuación un video con más información y recuerda suscribirte a mi canal de YouTube:

Todo el mundo tiene que empadronarse. Si no tienes papeles o estás irregular en el país igual debes hacerlo. El ayuntamiento no cruza esa información con otras dependencias y tampoco controla si estás legal o no.

El empadronamiento lo necesitarás en muchos casos. Por ejemplo, para solicitar el carné de la asistencia sanitaria, para inscribir a tus hijos en el colegio, para cambiar el permiso de conducir de tu país por el español y para muchos otros trámites más.

Si eres extranjero sin residencia permanente, debes renovar el empadronamiento cada dos años (eso incluye a los «sin papeles»). El certificado de estar empadronado es la prueba más importante para demostrar el arraigo, a la hora de solicitar residencia por esa vía. Mi consejo es que, tengas o no nacionalidad española, tan pronto llegues al país, te empadrones.

El proceso para empadronarse es bastante simple. Se puede hacer presencial o a través de correo. En el primer caso, te dan el volante de empadronamiento de inmediato. En el segundo, debes esperar unas dos semanas a que te llegue a casa.

Yo decidí hacer el proceso de forma presencial ya que así conocía un poco más del mismo y podía compartirlo con ustedes. Lo primero que hice fue solicitar la cita a través de la página web del ayuntamiento de Madrid, en este enlace. Había disponibilidad para tres días después y así la solicité.

En esa página seleccioné en Tipo de Servicio «Atención al ciudadano», luego en Gestión elegí «Padrón» y por último escogí la oficina de tu preferencia, para después elegir la fecha deseada dependiendo de las que estén disponibles.

El sistema me pidió mis datos. Coloqué mi nombre, apellido y NIF (para los que son españoles, recuerden que el NIF es el mismo número de DNI con la letra al final). Si eres extranjero, tienes la posibilidad de poner tu número de identificación (para los europeos) o pasaporte (para todos los extranjeros).

Pueden ver unas imágenes referenciales de cómo sería el proceso para solicitar la cita para empadronarse:

Paso 1 de 4:

Paso 2 de 4:

Paso 3 de 4:

Y, si todo está correcto, pinchas en «crear cita». Te recomiendo verifiques bien toda la información porque algún dato incorrecto podría hacer que no puedas empadronarte o te rechacen la solicitud. Coloca tus dos nombres y tus dos apellidos

En mi caso, yo estoy quedándome en casa de unos amigos. Ellos viven alquilados y tienen su contrato de arrendamiento. Ya que ellos se mudaron hace poco y su ritmo de vida es bastante intenso, no les había dado tiempo de empadronarse en esta dirección, así que aproveché y con mi cita no sólo me empadroné yo, sino que los empadroné a ellos también.

Lo que hice fue que llené el formulario de solicitud de empadronamiento presencial con los datos de mis amigos (que son los que aparecen en el contrato de arrendamiento) y me puse yo de último. Así mismo, al final del formulario hay una declaración de autorización en la que mi amigo me autoriza a empadronarme en su dirección.

Llevé copia de los DNI de ellos dos, el contrato de arrendamiento, el formulario impreso y ya. Eso fue todo. Los requisitos para los diferentes casos y los formularios de solicitudes pueden encontrarlos en este enlace.

Llegué quince minutos antes de la cita. El chico que me recibió en la entrada me dijo: «Llegaste un poco temprano eh?»… Por lo visto no había mucha gente y continuó diciendo: «Te adelanté la cita un poco» y me dio un número. No había terminado de entrar al otro salón, en el que están todas las personas que atienden; cuando llamaron a mi número.

Mi recomendación es que no lleguen ni cinco minutos antes ni cinco minutos después de la hora de la cita, o sea, arriben al sitio justo a la hora que les toca, es lo mejor.

Me atendió la señora Celia, muy amable, muy buena gente. De hecho, me gustó mucho un tatuaje que tenía de unos pasos. Le pregunté sobre el mismo y me dijo que tenía como seis meses que se lo había hecho porque eso representa su vida, ya que le gusta caminar y siente que le gusta dejar huella por donde pasa, hecho que me pareció admirable.

En mi caso, como estaba registrado en el consulado de Caracas, ella me preguntó si había hecho la baja consular, le dije que sí que la había solicitado por email y ahí me indicó que eso era muy importante pues, para efectos de residencia, el consulado funciona como el ayuntamiento sólo que en ese caso uno está obligado a informar que se muda a España para solicitar la baja consular.

Todo el proceso no tardó más de cinco minutos. Me entregó los volantes de empadronamiento junto con las copias de los DNI de mis amigos y el contrato de arrendamiento. Ellos sólo se quedan con la planilla que llené para solicitar el trámite.

Así que, como pueden ver, el proceso para empadronarse es muy sencillo, rápido y no tiene problemas.

Una vez más, sólo puedo decirles que, si van a emigrar, hay que adaptarse al país de destino y seguir las normas y las leyes, porque cada sociedad es distinta y tiene su forma de funcionar y es deber del que llega hacer todo lo posible por adaptarse a su nuevo entorno.

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Enrique Vásquez