Conseguir dónde vivir al emigrar, tips y sugerencias importantes - Enrique Vásquez

Conseguir dónde vivir al emigrar, tips y sugerencias importantes

Tal como he dicho en anteriores oportunidades, las dos principales cosas que un inmigrante tiene presente, y que ocupan la mayor parte de su mente y de sus preocupaciones, son: conseguir un sitio donde vivir y tener una manera de generar ingresos. Es decir: vivienda y empleo.

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En este post haré referencia a lo primero que un inmigrante debe buscar al llegar al país de destino: dónde vivir. Por experiencia te digo que mientras no tengas un lugar estable en el que residir, mientras no tienes un hogar, una cama segura, un lugar que sea tu santuario; no estarás en paz ni podrás lograr el objetivo último de la emigración: ser feliz.

La búsqueda de vivienda suele ser una de las cosas más complicadas de lograr, y es así por varias razones: Inexperiencia, falta de referencias y urgencia.

Obviamente la inexperiencia juega mucho en tu contra, porque en cada país las normas, requisitos y costumbres para el arrendamiento de viviendas son diferentes. En España es posible encontrar diferencias, incluso, entre ciudades. En Madrid, por ejemplo, la comisión de la inmobiliaria la paga el arrendatario; mientras que en Barcelona ese costo corre a cuenta del arrendador. En muchos sitios es el inquilino quien paga los gastos de comunidad (condominio) mientras que en otros es el propietario, y así sucesivamente.

Lo mismo ocurre con el depósito (fianza) y lo que se debe hacer con él, ya que en algunos países existe la obligación de que esa fianza sea depositada en un organismo del Estado, mientras que en otros no. Es importante fijarse en cuántos meses se deben dar de fianza, si es uno, dos o, como el caso de Venezuela, hasta tres.

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Otro aspecto directamente afectado por la inexperiencia es la selección y valoración de las zonas residenciales donde buscamos casa o piso (apartamento). Al desconocer la ciudad y cómo funciona, no puedes saber si el sector donde queda ese cómodo chalet que viste por Internet es el mejor, y no me refiero sólo al aspecto de seguridad, sino de accesibilidad en caso de lluvias, transporte público, ruidos en la noche, entre muchas otras cosas de las que normalmente no tienes ni idea, hasta mucho después que has entrado a vivir ahí.

Si te estás mudando de un país tropical como Venezuela hacia uno en el que hay cuatro estaciones, la inexperiencia tampoco te ayudará a determinar si la ubicación del inmueble, sus materiales o sus características serán positivas o negativas en el momento que llegue el invierno… o el verano. Sólo serás capaz de entender lo terrible que es estar en un piso con poco aislamiento, cuando estés a 4 grados bajo cero a mitad de enero.

Otro escollo que vas a encontrar al momento de alquilar es la falta de referencias. Cuando estás recién llegado a otro país no tienes historial de ningún tipo, ni bancario, personal, laboral, educativo y, en muchos casos, ni siquiera papeles de residencia legal, pues los trámites toman unos cuantos días. Es decir que, de cara al propietario del inmueble, tus referencias son peores que las de un recién nacido, con la diferencia de que no están tus padres para servirte de fiador, quizás lo único que tienes a tu favor es la labia, de ti depende generar o no confianza en la persona que te va a alquilar.

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En conclusión, tus oportunidades de conseguir vivienda también se ven mermadas por estas razones pues siempre es posible que aparezca alguien con estabilidad laboral, residencia legal y referencias bancarias y, obviamente, esa persona tendría preferencia para alquilar. Muchos dueños de pisos y agencias inmobiliarias ofrecen alternativas por las que se decantan algunos inmigrantes recién llegados, pero implican una serie de garantías que resultan sumamente costosas, por lo que no son aptas para todo tipo de presupuestos familiares.

El otro problema relacionado con la vivienda que tendrás que afrontar en una nueva tierra es el de la urgencia, y es lógico porque, tal como lo he repetido muchas veces, conseguir dónde vivir es lo primero y lo más urgente que tienes que hacer al llegar a un nuevo país.

Es urgente porque quedarse en un hotel representa un gasto inmenso de dinero, estar en casa de un familiar o un amigo produce incomodidad o hasta peleas, y mientras no tengas tu propio lugar no te sentirás cómodo ni tranquilo para poder dar rienda suelta a todas tus capacidades de trabajo y de creación de riqueza y felicidad.

Lo anterior no lo escribo con la intención de que te desanimes, sino todo lo contrario, de que tengas en cuenta los principales escollos con los que te podrías conseguir al momento de alquilar vivienda en otro país. Sin embargo, como mi intención no es únicamente dejarte con el problema sino ayudarte con las soluciones, ahora te comentaré cuáles son, para mí, las mejores formas de lidiar con estas situaciones que pueden ser muy perversas, estresantes, frustrantes y desmotivadoras.

Sé exactamente por qué lo digo. Puede llegar a ser muy difícil. Cuando busqué piso en Madrid, a mediados de 2016, transcurrieron casi dos meses en los que visité no menos de cien apartamentos distintos y si no era una cosa, era otra lo que me impedía alquilar, hasta que al final lo logré. Espero que estos consejos te resulten de utilidad:

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Recomendaciones para alquilar vivienda

Por supuesto cada realidad es distinta y recrear cada una de ellas en este texto es prácticamente imposible, por lo que trataré de ser lo más genérico posible y ceñirme a lo que sería el caso de una familia de dos o tres miembros, que se muda a otro país con la intención de vivir en un apartamento pequeño. Este es uno de los escenarios más comunes en los que se plantea este problema pues, si eres una persona sola, la opción ideal es una habitación y eso es mucho más fácil de alquilar en cualquier parte del mundo.

Lo primero que debes tomar en cuenta, sin importar a donde vayas, es evitar alquilar sin antes haber visto el inmueble, el edificio, sus alrededores, la zona en la que se encuentra y el “feeling” que te da. Recuerda que, por un tiempo indeterminado, ese sitio será tu hogar y lo principal que debe proveer es tranquilidad, paz y seguridad. Debes sentirte a gusto y debe darte buena impresión desde el primer momento. Hazle caso a tus instintos, a lo que te dice tu «yo interno», a las alarmas que te envía tu subconsciente. Si sientes rechazo, no alquiles.

Recuerda investigar muy bien el sitio al que te vas antes de hacerlo y, cuando estés leyendo opiniones en grupos, blogs o foros; presta atención a las opiniones positivas y a las negativas por igual (especialmente de quienes tengan bastante tiempo viviendo allí). En función a eso podrás sacar una media que te indique el grado de realidad con el que te vas a encontrar.

Además, trata de mentalizarte en función del peor escenario y así podrás lidiar con la frustración, ya que no es lo mismo planificarte para estar tres meses buscando vivienda y conseguirla en dos, que planificarte para conseguir donde vivir en sólo 15 días y que hayan pasado dos meses y nada aún.

Otra cosa que debes considerar (tal como lo he comentado en artículos anteriores) es la increíble ventaja que supone que emigre primero el miembro principal de la familia, para que sirva como punta de lanza y sea quien busque vivienda y empleo. De esa forma, cuando vengan los demás, ya tendrán un lugar al que llegar. Si van a emigrar a Europa, quien debe “emigrar adelante” es el que tiene nacionalidad de un país europeo, ya que puede estar legal desde el primer día.

Por otro lado, piensen en el ahorro. No es lo mismo alquilar una habitación para una persona en un piso compartido que tener que pagar hotel para la familia. Lo mismo aplica para comida, transporte e incluso médicos o medicinas en caso de alguna enfermedad no prevista.

Las recomendaciones principales para alquilar vivienda son pocas y sencillas:

1. Dedicarle el 100% del tiempo a la tarea. Es una prioridad y cada día no invertido en la búsqueda es un día más de gastos en un hotel o de incomodidades en una casa ajena.

2. Ir de “adentro hacia afuera”. Es decir, del centro de la ciudad hacia la periferia. Así visitarás primero las opciones que impliquen menos desplazamientos en el futuro hasta los posibles lugares de trabajo.

3. Buscar negociar directamente con el propietario y evitar las agencias. Es posible que generes más confianza en el propietario si logras hablar directamente con él y además te evitarás los costes asociados a la intermediación de la agencia.

4. Ver siempre el sitio antes de alquilar. No confíes en fotografías ni videos en los que generalmente no se muestran cosas como grietas, estado general del edificio, cercanía de comercios, mecanismos de aislamiento térmico, etc.

5. Nunca dar dinero sin conocer el inmueble. Esto está directamente relacionado con el consejo anterior. Por más desarrollado que sea al país al que te vas, piensa que estás poniendo en riesgo el capital de tu familia para comenzar una nueva vida. Piensa muy bien antes de gastar cada dólar o euro.

6. Siempre firmar contrato. Necesitarás el contrato de alquiler para muchos otros trámites. Es importante que lo leas muy bien y aclares todos los puntos con el propietario o la inmobiliaria antes de estampar tu rúbrica en este documento. Nunca está de más tomarse un tiempo para leer la legislación asociada el tema de la vivienda en tu país de destino.

7. Tener mucha paciencia porque puede tomar tiempo. Puede que tengas un golpe de suerte y logres hacerlo rápidamente, pero la verdad es que es algo que puede tomar incluso meses, especialmente si vienes a una ciudad como Madrid, donde la oferta es cada vez menor y la recuperación general de la economía ha hecho que los alquileres suban de precio.

8. Saber que vas a conseguir, que no será fácil pero que sí es posible. ¡Importantísimo! Pues si vas a buscar estando seguro de que no vas a encontrar, no valdría la pena que lo hicieras, ¿cierto? Si otros han podido, ¿por qué no podrías hacerlo tú? Ya te he dicho que mi intención no es desmotivarte, sino prepararte para lo que te vas a encontrar.

9. Tratar de estar cerca del transporte público. Cuando acabas de llegar a otro país en condición de inmigrante, es poco probable que compres un coche (automóvil) durante los primeros meses o años, así que cuando vayas a ver el inmueble comprueba que esté cerca de una parada de autobús o Metro.

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Mi consejo final, pero no menos importante, es que, si consigues algo que te guste, no lo pienses y alquílalo de una vez. En la mayoría de las ciudades importantes del mundo el mercado inmobiliario es muy dinámico y se le alquila al primero que llega con el dinero. Por lo tanto, siempre ten efectivo contigo, lo suficiente para dejar lo que en Venezuela llamamos una “reserva” y en España una “seña”.

Recuerda siempre que para lidiar con la inexperiencia debes preguntar. Pregunta todo, pregunta lo mismo a todos los que llames o visites, consulta con tus conocidos, pide información a todo el que puedas, pregunta en Internet, pero también en persona. No dejes nada por fuera y siempre todo por escrito, con contratos y recibos, ten presente que lo único que prueba que diste o entregaste dinero es el recibo y sin eso no tienes forma de demostrar nada.

En el resto del mundo las cosas son distintas a tu país. No des nunca nada por sentado, ni por hecho. No pienses que es igual que en casa porque lo más seguro es que no lo sea. Lee el contrato y verifica que esté acorde con lo que conversaron, porque al final solo importará lo que esté en el papel y hayas firmado. Creo que con esto tendrás una idea de cómo hacer para alquilar, espero que te sirva y cualquier duda, estoy a tu orden.