Hoy es el día 13 de confinamiento en Madrid, 12 en el resto de España. La situación en España, según el ministro de Sanidad, parece estar estabilizándose; aunque creo que aún estamos lejos de que la curva se aplane. Por lo visto, los nuevos contagios se han reducido, pero hay que esperar varios días para comprobar si es realmente una tendencia o simplemente “algo de un día”, producto de los tests de dudosa calidad que compró el gobierno y daban resultados negativos erróneos.
Hoy ha sido un día bastante normal hasta que saltó una noticia que ha sido impactante (y esperanzadora) para los venezolanos, los Estados Unidos de América han acusado formalmente a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros cabecillas del régimen venezolano con cargos de narcotráfico y lavado de dinero. Así mismo, el Departamento de Estado ha puesto una recompensa de 15 millones de dólares para quien ofrezca información confiable que lleve a la captura de Maduro y otros 10 millones de dólares para Diosdado y los demás.
Este es un golpe durísimo que asesta el gobierno de Donald Trump al régimen venezolano y que ahora los pondrá aún más contra las cuerdas. De hecho, creo que esa es la noticia más positiva del día, dentro de todas las calamidades que estamos viviendo actualmente en el mundo.
También, a últimas horas de la tarde se supo que China se aislará por completo del resto del mundo al prohibir entrar a su territorio a partir del sábado a cualquier extranjero, tenga o no visado o permiso de residencia.
Por otra parte, me enteré de algo que no tenía idea. Al parecer, la situación que vive el planeta actualmente afectará bastante las predicciones meteorológicas porque resulta que parte de la información que reciben los centros de datos vienen de los aviones; y como el tráfico aéreo se ha reducido sustancialmente, pues, ahora hay menos data y las predicciones serán menos acertadas. Increíble como todo es un gran ecosistema interconectado.
Hablando de otra cosa, debo confesar que desde anoche tengo un gran bajón emocional. A estas alturas ya no sé si quiero volver a salir. De hecho, estoy en un punto en el que cuando se levante el estado de alarma, si he logrado crear una economía sostenible por internet, quizás prefiera quedarme en casa sin necesidad de pisar la calle ¿será posible eso?
Yo sé que entre hoy y mañana se me pasará porque, gracias a Dios, en mi caso, la presión es por el factor económico, porque simplemente no hay ingresos y obviamente hay estrés por ese hecho. Lo que sí sé es que ese tipo de situaciones no me duran mucho, son la forma que tengo de procesar lo que está ocurriendo mientras busco una solución. En el momento que la encuentre estaré más tranquilo y sé que la encontraré, siempre lo he hecho.
Gracias a Dios cuento con María José. Cuando estoy así de bajón, ella es la baza a la que me aferro, quién me da apoyo y está allí para ayudarme a reencontrar mi centro y procesar la situación. Si no fuera por ella, creo que me costaría mucho más reenfocarme.
Mientras tanto, les digo, si en esos momentos no estás en tu punto óptimo, mi consejo es hacer algo productivo para drenar y ayudarte a soltar esas energías, quizás un poco de ejercicio puede ayudar, tal vez estiramientos, yoga, pilates o simplemente unas sentadillas, eso libera endorfinas y engorda menos que el chocolate.
Por otro lado, no queda más que tener paciencia, seguir en casa, seguir en cuarentena, seguir resistiendo, porque sí se puede, sí saldremos de esta.
Más allá de eso, hay poco que contar, bueno, justamente María José está en este momento grabando su podcast que, si Dios quiere, lo subirá a su canal de YouTube el lunes. Así que los invito a suscribirse a su canal y a seguirla en sus redes sociales:
No me despido sin mi recomendación diaria de series para los días de cuarentena. La de hoy es Grace and Frankie, una comedia estadounidense original de Netflix que marcó el regreso de Jane Fonda, quien además está acompañada de Lily Tomlin en los roles protagónicos.
En esta serie, bizarra hasta más no poder, dos amigan se divorcian y de sus respectivos maridos y se van a vivir juntas a una casa de playa. Una de ellas es alta ejecutiva, fundadora de una empresa de cosméticos y la otra es profesora de arte hippie. Ellas se conocen porque sus ex maridos son socios en un bufete de abogados y un buen día descubrieron que eran gays y estaban enamorados.
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Recuerda, mi nombre es Enrique Vásquez y soy abogado de extranjería estudiado y colegiado en España, para información migratoria escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.
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