Sin lugar a dudas creo que este ha sido el año más corto de mi vida. Es que, no entiendo cómo, pero ha pasado súper rápido. Parece que fue ayer cuando venía en ese vuelo de Conviasa en el que todas las pantallas estaban en chino, y que habría resultado bastante aburrido de no ser por la expectativa, la emoción y los miedos que me acompañaban.
Esta foto me la tomé en el avión de Conviasa el día que salí a Madrid
Lo que más recuerdo de mi primer día en esta ciudad fue, aunque no lo crean, el calor. Aquella tarde de verano me enfrenté a un tipo de calor que me tomó por sorpresa; ya que es totalmente distinto al que conocemos en Venezuela debido a lo seco, intenso, profundo, poderoso y desesperante que es.
Pero quizás la razón por la que este ha sido el año más corto de mi vida es que cuando uno se siente bien, en un lugar que le gusta, el tiempo pareciera que pasa más rápido. Porque, seamos honestos, no es lo mismo pasar una hora sentado esperando que el doctor te atienda, a pasar una hora sentado en el cine viendo una película que te encanta. Es lo mismo que me pasó aquí en Madrid, ha sido tan maravilloso, tan increíble y tan agradable experiencia, que el año pasó volando. Puedo decir que ha sido uno de los mejores de mi vida.
Desde que estoy aquí he hecho prácticamente de todo (con la excepción de bajar de peso, eso no ha ocurrido ☹). He conocido a muchísima gente espectacular y también he viajado y conocido parte de este país que, sin menospreciar a Venezuela, es increíble en todos los sentidos.
Todavía falta mucho por visitar, pero lo que conozco hasta ahora (Madrid, Tenerife, Bilbao, parte de Cataluña y algunas zonas de la Comunidad Valenciana) tiene un alma y una magia que es demasiado especial. El plan, aunque ambicioso, es recorrer todo el país. Espero, junto a mi esposa, poder llevarlo a cabo pronto.
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He descubierto que los españoles son personas muy diferentes a la imagen que nos han querido vender de ellos en Sudamérica. Allá nos dicen que son xenófobos, odiosos, maleducados, racistas, clasistas y que maltratan al extranjero. Sinceramente creo que esa definición estaría más acorde con los panameños que con los españoles. Las personas que he conocido hasta ahora, tanto en Madrid como en Bilbao, Alicante, Tarragona y por supuesto en mi querida Tenerife, son en su mayoría amables, dispuestos a ayudar y a tratarte bien (los de Barcelona no, ellos sí son odiosos jajajajajaja).
Las cosas como son. Tal vez lo que hace que algunos tengan la impresión de que son maleducados es que simplemente no se andan con rodeos para decir las cosas, hablan directo, de frente, sin adornos y puede ser que, en determinado momento, eso caiga mal; especialmente a algunos venezolanos (no todos), que son extremadamente delicados y si los “medio miras feo”, ya se ofenden y arman el drama y el llanto de que nadie los quiere. 
Otra cosa interesante de comentar de este año en Madrid es que se trata de la primera vez que en mi vida que doy una vuelta completa al sol viviendo en un sitio donde hay cuatro estaciones. Es increíble como la ciudad va mutando a lo largo del año, porque la Madrid de julio es totalmente distinta, opuesta podría decirse, a la de enero. Los 40° que tenemos en este momento no se parecen en nada a los 3° bajo cero que hubo el 19 de enero de este año.
De hecho, no solo la ciudad es distinta, uno mismo cambia. La actitud es diferente. Lo que comes y bebes en verano no se parece en nada a lo que se come y bebe en invierno. La ropa, los espectáculos, todo, absolutamente todo, cambia y es una experiencia que vale la pena vivir.
Considero que Madrid es una ciudad bastante menospreciada a nivel “mediático”. Lo digo porque esta ciudad tiene todo lo que quieras (salvo mar), y lo tiene con niveles de calidad hiper altos, a precios considerablemente más bajos que en otras ciudades importantes. Por ejemplo, Madrid está entre las 10 ciudades más visitadas por turistas en Europa, su sistema de transporte público es uno de los mejores y más modernos del mundo, es la zona de Europa con la expectativa de vida más alta, además de eso se come y se bebe como en ningún lado; tiene como cuatro grandes zonas distintas de rumbas, activas los 365 días del año, cada una orientada a un público distinto (muy pocas urbes del mundo puede presumir de esto).
Por otra parte, la capital española es la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea, sólo por detrás de Londres y Berlín, también es la sede de varias de las multinacionales más importantes del mundo, especialmente en el área de banca, telecomunicaciones, construcción y energía.
Sinceramente, como me dijo un amigo temprano en Facebook, Madrid es el mejor sitio en el que he vivido. Esta es una de las metrópolis más importantes del orbe; una ciudad que te hace sentir orgulloso de vivir en ella y formar parte de su ecosistema. Además, es la capital de uno de los mejores países del mundo porque, aunque muchos opinen lo contrario, para mí España tiene una historia, una tradición, una cultura tan variopinta, tan grande y tan compleja, que es único, especial y maravilloso.
De verdad, un año después, lo digo sin miedo alguno: estoy feliz de haber tomado la decisión de venir a Madrid. También sé que, si en algún momento me voy a otro sitio, recordaré con mucho cariño el tiempo que pasé en esta ciudad, porque ha sido de los mejores de mi vida.
