Llegamos al día 14 de confinamiento en nuestras casas. Todo sigue patas arriba y no se ve ninguna luz al final del túnel. De hecho, este túnel parece más largo que cruzar el canal de la Mancha (que une Inglaterra con Francia), pero gateando.
Ya estamos cerca de los 65.000 contagiados de forma oficial, pero creo que extraoficialmente esa cifra fácilmente podría multiplicarse por diez; porque no le hacen la prueba a todo el mundo, sino sólo a los casos más graves. Así que ¿cuánta gente estará por allí contagiada sin saberlo y sin formar parte de las cifras oficiales?
Por eso creo que, tras dos semanas de restricciones, debe haber muchas personas comenzando a sufrir un poco de ansiedad… Y no sólo los que están en casa, sino también aquellos que están en la calle trabajando, que, por cierto, merecen un gran aplauso.
Respecto a esas personas que están trabajando, no me refiero únicamente a los sanitarios, sino también a todo el personal de la cadena de alimentación, supermercados, camioneros, transportistas, productores, ganaderos, agricultores y los que se me pasan por alto.
Por supuesto, a policías, bomberos, guardias civiles, protección civil, militares. Al personal de los ayuntamientos, juzgados, tribunales, registros civiles y demás entes públicos.
También a los que limpian las calles, al que viene a recoger la basura, a la señora que saca todos los días el cubo de basura del edificio y al que vino a intentar reparar el telefonillo (que no pudo).
A los chicos que trabajan en Amazon, Glovo, Just Eat, Uber Eats; a los que mantienen sus negocios de restauración abiertos vendiendo a domicilio. A los obreros de la construcción, talleres mecánicos, peluqueros que están yendo a las casas de los clientes.
Son demasiadas personas que aún siguen en la calle haciendo sus labores día a día y precisamente por eso es que el gobierno podría estar considerando cerrar todas las actividades no esenciales, porque si no, quizás esta situación no termine nunca.
Por eso, por todas esas personas y por los que estamos en casa encerrados bajo siete llaves, considero que es importante dar algunos tips que he recopilado en internet sobre cómo manejar la ansiedad que debes estar sufriendo ya por tantos días en esta situación, pero más aún, por saber que apenas estamos en el inicio, que ahora es que falta.
Ver las cosas de forma diferente
Sabemos que estamos en casa porque las autoridades nos lo dijeron, pero también debemos caer en cuenta de que estamos en esta situación para protegernos entre todos, para salvaguardar nuestra salud y también la de nuestros seres queridos, la de esos que conviven con nosotros, así que pensemos en ellos. Es un momento de solidaridad y es un esfuerzo que debemos hacer por esa razón.
Espacios personales y de aislamiento
Es importante respetar el momento de aislamiento de cada uno de los que está en casa, porque, a pesar de que los humanos somos unos seres sociales, también necesitamos nuestro momento “a solas” para procesar la situación y conseguir ánimos, paciencia, calma y serenidad para seguir adelante.
Si, por el contrario, vives sólo, pues, tienes todo el tiempo del mundo para ti mismo y necesitas justamente lo contrario, un poco de compañía, pues, estás de suerte, existe algo llamado internet, que tiene cosas como WhatsApp, Skype, Duo, FaceTime, entre muchas otras. Por ahí podrás hacer llamadas y videollamadas con amigos y familiares y mantener el contacto. Aunque, en todo caso, siempre te quedan las llamadas telefónicas tradicionales, son una cosa un poco antiguas, pero venga, todavía son útiles.
Vive momento, el ahora, el ya y no te preocupes tanto por el futuro
Sí, pensar en el futuro está bien, pero en estas situaciones, lo mejor es enfocarse en el ahora porque si no te vas a volver loco.
Recuerda la famosa frase: “Carpe Diem”. Aprovecha el momento sin esperar al futuro, porque la vida es ahora, mañana no sabremos si seguiremos aquí. Un día a la vez.
Crea momentos útiles y productivos
Aprovecha que tienes mucho tiempo libre para estar en casa y hacer cosas que habías dejado abandonada por falta de oportunidades para hacerla. Mantente ocupado, así sea viendo tele o jugando candy crush; pero lo ideal es hacer alguna actividad que sea nutritiva, bien sea intelectualmente, como leer un libro, o físicamente como hacer ejercicios.
También puedes llamar o chatear con amigos o familiares con los que te has distanciado por motivos desconocidos; haz las paces con esa persona que discutiste por una estupidez, elimina esas energías negativas y ese equipaje emocional que tienes años arrastrando.
Hoy no hay serie recomendada, porque creo que estos consejos que les he dado son más útiles, pero mañana, si Dios quiere, sí les recomendaré otra.
Por ahora, a seguir adelante porque recuerden, cada día que pasa es un día menos para que esto termine. Venga, a ser felices, que sí se puede.
Recuerda, mi nombre es Enrique Vásquez y soy abogado de extranjería estudiado y colegiado en España, para información migratoria escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.
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