Día 28 de confinamiento. Madrid está más negra que nunca y no lo digo en el aspecto político ni económico, sino en el climatológico: nubes, lluvia, frío, humedad, mucha, muchísima humedad y, una vez más, según mi teléfono, toda la próxima semana seguiremos igual, signados por el mal tiempo. Nada de “lovely days” se avizoran en el futuro cercano, y ahora sí incluyo también al aspecto sanitario, político, económico y social de la capital del Reino de España.
El gobierno social-comunista sigue en su empeño de crear una renta básica para “los más desfavorecidos”. Por lo visto ahora será mejor estar desempleado que trabajar… Vamos, como en Venezuela, que el gobierno te va a regalar dinero. Nada más sabroso que eso, ¿no?
Esa es la forma perfecta de hundir un país y convertir a la gente en floja y dependiente de una bolsa de comida o, bueno, en este caso; de un ingreso mensual en tu cuenta bancaria sin hacer absolutamente nada para ganártelo. O al menos eso es lo que la gente va a creer, porque los comunistas son así. Primero te regalan dinero y luego te exigen, a cambio, lealtad y obediencia absoluta, sin derecho a chistar ni a criticar nada hasta que doblegan tu voluntad y te convierten en un borrego.
Aunque si extrapolamos a las “ayudas” que han dado hasta ahora durante la pandemia, podemos decir que en realidad todo ha sido una manipulación, porque los requisitos y trabas burocráticas para cualquier ayuda, especialmente para las del alquiler, son de tal magnitud, que creo que hasta ahora no hay ni un solo español que haya podido obtener ese famoso crédito que dijo el gobierno que daría.
Así que probablemente lo mismo suceda con la famosa renta básica: la gente la solicitará y siempre, por una razón u otra, se la negarán… Y esto es incluso peor, porque la gente no sentirá que los engañaron, sino que les dará esperanzas de que eventualmente ellos podrían ser beneficiados por la ayuda, siempre que voten, sigan apoyando y hagan todo lo que les pidan sus “benefactores”, sin cuestionar ni criticar nada.
Sin lugar a duda el comunismo va a intentar usar esta crisis para apuntalar su poder y cerrar el puño sobre España. Sin embargo, sé que, a pesar de todo, en este país hay más personas con cerebro y sentido común que no se dejarán manipular fácilmente por mentes macabras que lo único que quieren es vivir como reyes y mantener a la gente en la miseria; como ya hicieron en la URSS, en Alemania Oriental, Corea del Norte, China antes de la apertura económica capitalista, Cuba y, por supuesto, Venezuela.
La verdad es que mientras este país tenga instituciones sólidas y ciudadanos comprometidos, España no caerá en las garras del comunismo. Lo digo con conocimiento de causa y, como dicen en Venezuela, “con los pelos del burro en la mano”. Durante estos 40 años de democracia, los españoles han demostrado que no son personas de extremos. Si analizamos los tres últimos resultados electorales generales, nos daremos cuenta de que el 70% de los votos, aproximadamente, son para partidos que no están escorados hacia ninguno de los dos lados del espectro político. Es decir, 3 de cada 4 electores, más o menos, prefieren algo más equilibrado, porque saben que todos los extremos son malos. Así que, si la tendencia se mantiene, podríamos tener garantizada la estabilidad a futuro.
Por otro lado, siempre se dice que España está en camino de convertirse en Venezuela. Si lo ves a “vuelo de pájaro” podrías pensar que sí, pero recordemos un elemento clave e importantísimo que llevó a Venezuela al sitio donde está: La cantidad ilimitada de dinero que tenía Chávez, producto del petróleo, para comprar todas las conciencias que se le ponían en el camino; cosa que obviamente España no tiene, ya que, irónicamente, el comunismo funciona sólo mientras hay dinero, en el momento que el flujo de capital se termina, el sistema se derrumba como un castillo de naipes y el mercado resurge de entre las cenizas, como está ocurriendo en la patria bolivariana.
Aquí en España, con un endeudamiento del 100% del PIB, con miles de empresas cerradas o quebradas producto de la crisis del COVID-19, con el turismo paralizado por lo menos hasta verano del próximo año, pues, realmente creo que no hay cómo sustentar un sistema comunista en el corto o mediano plazo, porque ¿de dónde va a salir el dinero para financiar esas locuras que propone el gobierno?
Bruselas no les dará nada si no hay garantías de funcionamiento democrático y de mantenimiento de una economía de mercado y, por supuesto, ningún otro ente internacional lo hará. Si miramos a China o a Rusia, cada uno de ellos está luchando para sobrevivir en medio de esta pandemia mundial y su otrora posible financista, el régimen venezolano, pues, está jodido y cercado por todas partes.
Sólo quedaría México, pero creo que, por ahora, López Obrador no tiene margen de maniobra para hacer lo que quiera, así que, en resumen, cualquier intento del comunismo ibérico de implantar masivamente sus planes, está, en principio, condenado al fracaso. Esperemos que siga siendo así, pero, por supuesto, no podemos descuidarnos, pues cualquier rendija que consigan para meterse, la van a usar.
En fin, aquí estamos y aquí seguimos. Por cierto, les recomiendo vean en HBO una serie llamada Devs, especialmente si les gustan las historias del tipo tecnológicas-frikis, con misterio, un toque de suspenso y finales inesperados. Aún falta el último capítulo, pero si sigue el ritmo que lleva, será la sensación de la temporada, ya veremos el próximo viernes.
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