Seis cosas que te sorprenderán de vivir en España si eres hispanoamericano

Emigrar desde Hispanoamérica a España es una experiencia que combina lo familiar con lo inesperado. Por un lado, llegamos a un país con el que compartimos idioma, historia y muchos valores culturales. Pero, por otro, descubrimos que la vida cotidiana en España no se parece ni a lo que imaginábamos, ni a lo que hemos escuchado o leído de otros países europeos como Suiza, Alemania o Inglaterra y ni hablar de Estados Unidos. Aquí la convivencia, los horarios, el clima y hasta las palabras rompen nuestros esquemas y nos obligan a aprender, adaptarnos y crecer.Seis verdades sobre vivir en España si eres hispanoamericano

Hoy quiero contarte seis cosas que seguramente te sorprenderán de la vida en España si vienes de cualquier país hispanoamericano. Te adelanto que algunas te harán reír, otras te desconcertarán y, en más de una ocasión, tendrás que recordar que emigrar es un proceso donde la paciencia y la capacidad de adaptación son tan importantes como los papeles en regla.

Déjame un comentario al final y cuéntame cuál de estas experiencias ya viviste o cuál temes más enfrentar si aún estás preparando tu viaje.

Creerás que pagar tres euros por una cerveza es carísimo

La primera vez que te sientes en una terraza madrileña o valenciana y el camarero te cobre tres euros por una caña, sentirás que te han estafado. En tu país seguramente con esa cantidad se paga una comida entera. Pero pronto te darás cuenta de que no es caro en absoluto.

Ese mismo vaso de cerveza en una ciudad como Zúrich, Berlín o Londres puede costar entre seis y ocho euros, y probablemente lo bebas de pie, en un local cerrado y con un clima hostil. En España, en cambio, disfrutas de un buen servicio, un ambiente relajado, una conversación agradable y, lo más importante, seguridad y tranquilidad en la calle. Todo por tres euros. Cuando empieces a comparar, descubrirás que es un pequeño lujo accesible que terminarás valorando.

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No consigues alquiler a buen precio… y es cierto

Otra de las sorpresas —y dolores de cabeza— es el mercado del alquiler. Llegas con la ilusión de vivir en el centro de Madrid o de cualquier ciudad grande de España y, claro, los precios te parecen imposibles. Es verdad: conseguir un piso en pleno centro a un precio razonable es casi misión imposible.

La clave está en abrir la mente y explorar otras zonas. En las afueras de las grandes ciudades, aunque también han subido los precios en los últimos años, todavía es posible encontrar alternativas más económicas, tranquilas y con buenas conexiones de transporte. Muchos inmigrantes cometen el error de pensar que vivir lejos del centro es un sacrificio, cuando en realidad puede convertirse en una ventaja: barrios familiares, menos ruido, más parques y calidad de vida. Porque a diferencia de hispanoamérica, en España, en las afueras sueles tener más calidad de vida.

Pensabas que hablabas el mismo español… y no es así

Llegamos convencidos de que el idioma no será un obstáculo, porque hablamos español. Y sí, es cierto que nos entendemos, pero no siempre de la forma que imaginábamos. Te encontrarás con expresiones, palabras y hasta gestos que no significan lo mismo.

Un ejemplo clásico: pedir un “zumo” en vez de un “jugo”, un “coche” en lugar de un “carro” o un “móvil” en vez de un “celular”. Y lo mismo ocurre con frases enteras, algunas divertidas, otras desconcertantes.

Y cuidado: eso ocurre en las regiones donde solo se habla castellano. En comunidades como Cataluña, Galicia, País Vasco, Navarra, Comunidad Valenciana o Baleares, existen lenguas cooficiales. Para integrarte de verdad necesitarás, al menos, familiarizarte con esas lenguas, aunque eventualmente necesitarás dominarlas. Es parte de la riqueza cultural del país y también un reto para quienes venimos de fuera.

El mito de la siesta y la fiesta eterna

Desde Hispanoamérica solemos pensar que en España no se trabaja, que todo el día es fiesta, flamenco y siesta. Pero la realidad es muy diferente. Aquí se trabaja, y mucho.

Es cierto que entre las 14:00 y las 17:00 muchos comercios cierran. Pero eso no significa que la gente se vaya a dormir: la mayoría aprovecha para almorzar en familia, descansar un poco y volver con más energía. Luego, los negocios abren hasta las 20:00 o incluso más tarde.

Además, aunque la ley establece 40 horas semanales para los trabajadores, muchos autónomos y pequeños empresarios dedican muchas más. El español medio es trabajador, puntual y profesional, muy lejos del estereotipo del “perezoso mediterráneo”. Y sí, les gusta disfrutar de una cerveza después del trabajo, pero no suelen beber hasta perder el control como ocurre en otras culturas del norte de Europa, aquí se suele beber socialmente sin llegar a emborracharse del todo, porque la idea es pasarlo bien.

Crees que en dos años luego de llegar a España ya eres español

Uno de los mitos más comunes entre los hispanoamericanos es que basta con vivir dos años en España para obtener la nacionalidad. Y no es exactamente así.

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Si eres iberoamericano de nacimiento, efectivamente puedes solicitar la nacionalidad por residencia con solo dos años de residencia legal. Pero la palabra clave es legal. No cuenta el tiempo como turista, ni como solicitante de asilo, ni en situación irregular. Tampoco cuentan los años con visado de estudios.

Primero necesitas obtener una residencia legal —ya sea por trabajo, arraigo u otra vía— y después de dos años, cumpliendo con todos los requisitos, podrás solicitar la nacionalidad. Eso sí, no basta con rellenar un formulario: el proceso incluye exámenes, documentación y plazos que pueden alargarse. Mi consejo es siempre buscar asesoría profesional para evitar errores que luego se traducen en años de espera.

Si quieres que te acompañemos en ese camino, somos abogados de extranjería y nacionalidad. Puedes escribirnos a través de nuestro formulario de contacto.

6. El clima: ni tan cálido, ni tan frío

Otra de las sorpresas es el clima. En Hispanoamérica estamos acostumbrados a asociar a España con sol y calor, y es cierto que comparado con Londres, Berlín o París, aquí se disfruta de un clima privilegiado. Pero si vienes del Caribe, el invierno español puede parecerte insoportable.

En diciembre, con temperaturas de 5 grados en Madrid o incluso bajo cero en otras ciudades, sentirás que nunca te acostumbrarás. Sin embargo, con el tiempo aprenderás a vestirte en capas, a usar calefacción de manera eficiente y a apreciar las estaciones. La primavera y el otoño son un regalo, y el verano, aunque intenso, también tiene su encanto. Eso sí, la humedad cálida y pegajosa del Caribe… no la volverás a extrañar tanto.

Bonus: Los primeros tres años son los más duros

Para cerrar, quiero dejarte una reflexión que no aparece en las guías para emigrar a España: los primeros tres años en España son duros. Lo son para todos los inmigrantes. Es un tiempo de adaptación, de papeles, de dudas y de esfuerzo constante. Pero si trabajas, estudias, te capacitas y mantienes la paciencia, poco a poco verás cómo las puertas se abren.

España es un país que, con sus retos y sus contrastes, termina ofreciendo oportunidades, calidad de vida y un futuro estable. Solo hay que aprender a leer sus códigos, respetar sus normas y aprovechar sus virtudes.

Soy abogado especialista en extranjería y nacionalidad española. En mi despacho te ayudamos a planificar tu camino, paso a paso. Contáctanos a través de nuestro formulario de contacto.

Recuerda, mi nombre es Enrique Vásquez y soy abogado de extranjería estudiado y colegiado en España, para información migratoria escríbenos a www.yoemigro.com/contactanos.

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