El impacto de la migración venezolana en la economía española

En los últimos años, España ha visto un incremento considerable en la cantidad de extranjeros afiliados a la Seguridad Social, alcanzando un 13,5% del total de afiliados. Este aumento es un reflejo de la creciente integración de inmigrantes en el mercado laboral español. Los sectores que más se benefician de esta mano de obra son la agricultura, la construcción, la hostelería y el comercio.

Dichos trabajadores extranjeros han sido esenciales para cubrir la demanda en áreas que enfrentan escasez de mano de obra, especialmente en un contexto donde la baja natalidad y el envejecimiento de la población están desafiando la sostenibilidad a largo plazo de la economía.

Dentro de este grupo de trabajadores extranjeros, los venezolanos nos destacamos como uno de los colectivos más numerosos y dinámicos. Con 164.478 afiliados a la Seguridad Social al 31 de julio de 2024 según la Tesorería de la Seguridad Social, los venezolanos representan el segundo grupo más grande de latinoamericanos afiliados, solo superados por los colombianos (con 217.946 afiliados).

Este dato no es solo una cifra más, sino que refleja la capacidad de adaptación y la disposición de la comunidad venezolana para integrarse y contribuir activamente a la economía del país que los ha acogido.

Y esta cifra sólo cuenta aquellos que sólo tienen nacionalidad venezolana, pero si ahí se incluye aquellos, como yo, que tenemos nacionalidad española o los que tienen otra nacionalidad y no están en España como venezolanos, se puede asegurar que la cifra aumenta considerablemente, quizás duplicando el total de afiliados a la Seguridad Social de origen venezolano.

Los venezolanos hemos encontrado en España un refugio ante la crisis económica y política de nuestro país de origen, y hemos respondido con una rápida inserción en el mercado laboral. La mayoría de nosotros trabaja en sectores como la hostelería, donde un 23% de los venezolanos afiliados se emplea, y el comercio, que acoge al 17% de este grupo.

Esta participación es vital no solo para la economía española, sino también para la estabilidad y el bienestar de los mismos inmigrantes, que buscan reconstruir sus vidas en un nuevo entorno.

Aunque la contribución económica de los inmigrantes venezolanos es evidente, no está exenta de desafíos. Muchos enfrentan dificultades relacionadas con la precariedad laboral, la falta de reconocimiento de sus títulos profesionales y, en algunos casos, la discriminación.

Estos obstáculos subrayan la importancia de desarrollar políticas públicas que no solo faciliten la integración laboral, sino que también aseguren condiciones justas y equitativas para todos los trabajadores, independientemente de su origen.

España, como sociedad receptora, tiene la oportunidad y el desafío de maximizar el potencial de los inmigrantes a través de programas de formación y políticas de inclusión que permitan a estos trabajadores desempeñar roles más acordes a sus habilidades y formación.

Esto es particularmente importante para la comunidad venezolana, que, a pesar de estar altamente formada, muchas veces se ve obligada a aceptar trabajos en sectores que no aprovechan todo su potencial.

El crecimiento en la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social, y en particular de los venezolanos, es un claro indicio de la importancia de la inmigración para la economía española. Este fenómeno no solo contribuye a la dinamización de sectores clave, sino que también ayuda a contrarrestar los efectos negativos del envejecimiento poblacional y la baja natalidad.

Sin embargo, para que este crecimiento sea sostenible y beneficie a todos, es esencial que se continúe desarrollando y mejorando las políticas de integración laboral y social.

Los inmigrantes venezolanos, con su resiliencia y capacidad de adaptación, estamos demostrando que la inmigración no es solo un desafío, sino una oportunidad. Nuestra integración exitosa es un ejemplo de cómo la diversidad y la inclusión pueden convertirse en motores de cambio positivo para la economía y la sociedad en general.