Encerrados en casa, día 63: La Unión Europea, muro de contención contra los totalitarismos - Enrique Vásquez

Encerrados en casa, día 63: La Unión Europea, muro de contención contra los totalitarismos

Han transcurrido 63 días desde que comenzó el confinamiento en Madrid. Hoy la cantidad de fallecidos por coronavirus volvió a descender, pero ayer subió… Y así, entre noticias esperanzadoras y desesperanzadoras, pasan los días y seguimos en una especie de montaña rusa. Lo único cierto es que cada día que transcurre hay más muertos en España y el mundo.

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Hoy es día de San Isidro, festivo en el ayuntamiento de Madrid y, más allá de lo lluvioso que ha estado, con alerta roja por tormentas eléctricas y todo; mi plan a finales del año pasado era estar hoy paseando por la ciudad y disfrutando las fiestas.

También habíamos decidido que este año iríamos a, por lo menos, un par de corridas de toros en Las Ventas, en el marco de la Feria de San Isidro; pero bueno, tampoco se pudo. Es increíble como uno da las cosas por sentado y cree que siempre tendrá la oportunidad de hacer lo planificado, sin caer en cuenta de que el futuro nunca será como lo habíamos previsto. Esta pandemia lo confirma más que nunca.

Por otro lado el Gobierno y su equipo ultrasecreto de asesores decidieron que Madrid no está lista para pasar a la fase 1; así que se inventaron una “fase 0,5” por la que, desde el próximo lunes, podrá abrir el comercio minorista sin necesidad de cita previa y con aforo limitado, así como los museos y las bibliotecas, pero sólo para préstamo de libros.

Lo malo es que no estarán permitidas las reuniones de hasta un máximo de 10 personas, como tampoco las visitas a familiares y, por supuesto, ni pensar en las terrazas de bares y restaurantes, que en aquellas zonas que sí pasaron a fase 1, podrán hacerlo con una ocupación del 50%.

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Por lo tanto, Madrid continúa bajo llave y las esperanzas de pasar a fase 2 se ven cada día más lejos. Me refiero a la fase 2 porque es cuando abrirían las oficinas de la Administración Pública, Policía, Registros Civiles y otros, para comenzar a hacer tantos trámites que mucha gente requiere hacer de forma urgente; como permisos de residencia, renovaciones de tarjetas de asilo, tarjetas de identidad de extranjero y muchas otras más.

Si efectivamente se podrá hacer solo en la fase 2, habría que esperar hasta el 8 de junio, porque el 25 de mayo (fecha que se había dicho inicialmente) ya es prácticamente imposible.

Mientras tanto, al Parlamento Europeo parece que se le acabó la paciencia con el gobierno de Viktor Orbán en Hungría. Las cosas hay que decirlas. Así como no me tiembla el pulso para denunciar que al gobierno social-comunista de España se le comienzan a ver las costuras totalitarias, tampoco es menos cierto que en Hungría el gobierno de extrema derecha dejó de ser una democracia hace rato.

Seamos sinceros, los extremos siempre han sido malos y tan malo es un gobierno de ultraderecha, como uno de ultraizquierda.

De este tema, hablaré con más detalle en mi stream por el canal YouTube.com/EnriqueEnVivo a las 23:00 hora de Madrid, 5:00 pm hora de Venezuela, igual, la grabación está al final de este artículo.

El señor Orbán ha ido, poco a poco (al mejor estilo de Chávez) acumulando poder en su país, recibiendo reiterados llamados de atención por parte del Parlamento Europeo, así como de la Comisión Europea, a los que, por lo visto, ha hecho caso omiso (entre ellos un procedimiento bajo el Artículo 7 del Tratado, iniciado por el PE, que el Consejo Europeo ha mantenido “engavetado” hasta ahora).

Sin embargo, la pandemia mundial por coronavirus, por lo visto, ha hecho aflorar la vena más totalitaria de muchos gobernantes, con la excusa de estar “luchando contra el virus”.

En el caso de Orbán, pues, a todas luces es evidente que la decisión de las autoridades húngaras de prolongar el estado de emergencia de manera indefinida, autorizar al Ejecutivo a gobernar por decreto, y debilitar la supervisión de la excepción por parte del Parlamento; es totalmente incompatible con los valores europeos.

De hecho, los eurodiputados, en la sesión de este 14 de mayo, destacaron que todas las medidas tomadas para frenar la enfermedad “deben estar en consonancia con el Estado de Derecho, ser estrictamente proporcionadas (…), estar claramente vinculadas a la crisis sanitaria en curso, limitadas en el tiempo y sujetas a un control periódico”.

Para los que me vayan a decir “es que son las leyes de Hungría y es por lo que la gente votó, porque Orbán ha obtenido mayoría absoluta en varias oportunidades, siendo la última el año pasado”, les recuerdo que el hecho de tener mayoría absoluta y respaldo de la población (que por cierto, en las elecciones de 2019 sólo votó un 41% de los electores), no le da derecho a ningún gobernante a deslastrarse de la democracia e irse a un régimen de índole totalitario, porque si no estaba bien cuando lo hizo Chávez, que era de izquierdas, tampoco está bien cuando lo hace Orbán que es de derechas.

Varios eurodiputados pidieron a la Comisión Europea que complete el escrutinio de los cambios legales e inicie procedimientos de infracción. Pidieron específicamente que se interrumpan los fondos de la UE a Hungría en las nuevas perspectivas financieras y en el plan de recuperación, a no ser que se respete el Estado de derecho.

Espero que esos mismos eurodiputados estén viendo como va la situación en España para que, cuando llegue el momento, exijan lo mismo a este país, porque aquí pareciera que el Gobierno social-comunista tiene muchas ganas de irse apartando de la democracia, tal como lo hizo Chávez en Venezuela, que llegó al poder de forma democrática pero que, con el paso de los años, fue desviándose del camino hasta convertirse en un régimen totalitario, heredado por Nicolás Maduro.

Debemos recordar que la democracia es muy frágil y que la gente, en su afán emocional de respaldar a un líder fuerte y que les promete cosas imposibles de cumplir; suele, sin darse cuenta, darle cada vez más poder, hasta que es muy tarde para volver atrás. Por eso, los políticos son como los pañales, hay que cambiarlos regularmente y por las mismas razones.