Llegamos al día 61 de confinamiento en Madrid. Ya han pasado dos meses desde que esto comenzó aunque, en realidad, si el Gobierno lo hubiese hecho bien; en este momento tendríamos dos meses y medio de “cuarentena” y probablemente estaríamos muchísimo mejor. Se habrían prevenido muchas muertes y mucho sufrimiento, tanto a las personas como a la economía.
Ya España pasó, de manera oficial, de 27.000 muertos por coronavirus, lo que es un número gigantesco y abrumador. Vamos a ponerlo así, la Plaza de Toros de Las Ventas tiene una capacidad de casi 24.000 personas.
Para que se hagan una idea de cuántas personas han fallecido en España a causa del Covid-19, visualicen la Plaza de Toros de Las Ventas, llena, pero de muertos, uno por cada silla… Y los que no caben, más o menos unos 3.000 cuerpos, es el equivalente a las bajas que tuvieron los ejércitos franco-españoles en la batalla de Trafalgar. Sólo para que se hagan una idea de lo doloroso y terrible de esta situación.
Ahora el Gobierno de Pedro Sánchez tiene un nuevo socio preferente o, mejor dicho, una socia preferente, la señora Inés Arrimadas, quien es la líder del partido Ciudadanos, mejor conocido como “la veleta naranja”; porque nunca se sabe qué esperar de ellos.
Creo que Ciudadanos es el partido perfecto para esas personas que no saben si son de derechas o de izquierdas, y que les gusta jugar a la ruleta rusa… votan por ellos y, luego, ¡a sentir la adrenalina de lo inesperado! Con esta gente podría ser posible ser: por la mañana, socio del PP-Vox, por la tarde del PSOE-Podemos y por la noche de ERC-JuntsxCat… Espero que en la madrugada no duerman con la Cup y Bildu.
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Respecto a la dicotomía izquierda-derecha, he visto que los grupos social-comunistas han hecho un trabajo excelente haciéndole creer a los extranjeros que sólo ellos quieren a los inmigrantes; que la derecha los expulsará a todos de España y pondrá unos muros alrededor del país para que ningún foráneo entre.
Primero que nada, si hablamos de ejemplos de apertura de gobiernos de izquierda o de derechas, a Maduro lo único que le falta es poner guardias armados en las fronteras tipo Alemania Oriental, Unión Soviética o Corea del Norte para evitar que los venezolanos escapen del “maravilloso socialismo”.
Respecto a España, ayer mismo el Gobierno cerró las fronteras aéreas, que se habían mantenido “semi-abiertas” hasta ahora, e impuso cuarentena obligatoria para todos los que vengan del extranjero, cosa que debió hacer en febrero y no ahora.
Pareciera que la intención es terminar de destruir el turismo en este país. Seamos honestos ¿qué turista querrá venir si tiene que pasar 14 días encerrado antes de poder salir a tomarse una caña?
De todas formas, ese no es el tema del que quería hablarles, sino de qué tan real es esa idea que les han metido en la cabeza a mucha gente; de que los gobiernos de izquierda son lo mejor para los inmigrantes. Les explicaré por qué considero que esa es una de las mentiras más grandes de la historia.
De eso hablaré con más detalle en mi transmisión hoy a las 23:00 hora de Madrid por mi canal YouTube.com/EnriqueEnVivo al que te invito a suscribirte. En cualquier caso, al final del artículo tienes el vídeo para que lo veas y te suscribas.
El diario El País publicó en 2004 una noticia sobre eso, que comienza de la siguiente forma: “En 1996, cuando el PP se hizo cargo del Gobierno, residían en España poco más de medio millón de extranjeros, todos ellos regularizados. Hoy, tras cuatro reformas que han endurecido cada vez más la legislación, el número de extranjeros es de 2,5 millones, de los cuales 853.000 se hallan en situación irregular. Las causas de este cambio responden tanto al auge de la inmigración en toda Europa como a la gestión de los Gobiernos de José María Aznar”.
Si se fijan, en 8 años de gobierno de Aznar la cantidad de extranjeros se quintuplicó. ¿Por qué pasó eso? ¿por las leyes que beneficiaban a los inmigrantes? La verdad es que no. Ocurrió por la misma razón por la que España se llenó de extranjeros durante el gobierno de Rajoy y por la que se vació al final del gobierno de Zapatero y, esperemos que no, podría pasar después de unos años de Gobierno social-comunista de Sánchez e Iglesias. Y por otro lado, eso demuestra, que los gobiernos de derecha no botan a los inmigrantes como hace creer la izquierda.
Los países con gobiernos y políticas de derecha, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, la España de Aznar o de Rajoy, suelen tener más inmigrantes que aquellos con gobiernos de izquierda y es porque la economía va mejor, porque hay trabajo y la calidad de vida aumenta
El inmigrante no se va a ir de su país a un lugar en el que no hay empleo y la economía es una mierda (como en los países con gobiernos de izquierda), aunque le den papeles. El inmigrante se va a un sitio en el que pueda vivir bien, donde además de trabajo tenga expectativas de vivir mejor y, sobre todo, de mandar dinero a su familia.
Entonces, ¿para qué se va a ir a un país donde no hay oportunidades laborales? (oportunidades que solo aumentan cuando la economía va bien, y la economía sólo va bien cuando hay gobiernos conservadores).
Al inmigrante le interesa tener papeles y estar legal, por supuesto que sí. Pero más que eso, la razón por la que se fue de su país, de su tierra, del lugar que conoce; el motivo por el que abandonó a su familia y amigos fue uno mucho más banal y menos ideológico, lo hizo por la necesidad de ganar dinero, que -al final- es lo que le permitirá comer a él y a su familia.
Lo sostengo con conocimiento de causa, porque he conocido a muchos venezolanos sin papeles, tanto en Panamá como en España y sé que si lo ponen en la situación extrema de tener que elegir, un extranjero prefiere un trabajo sin papeles, antes que papeles sin trabajo. Obviamente lo ideal es tener ambos pero las necesidades más básicas son siempre las más importantes de cubrir.
Por eso, para un extranjero, lo mejor que puede pasar es que haya un gobierno de derechas, porque las políticas de estos grupos suelen dar preferencia a la economía de mercado por encima de la regulación. A un inmigrante de nada le sirve un gobierno que le diga: “nosotros te queremos, nosotros amamos a los extranjeros”; si no hay trabajo. Para estar pasando hambre en un país extraño, es preferible pasar hambre en el propio.
Vean en el siguiente gráfico, tomado del INE, el número de llegada de extranjeros a España entre 2008 y 2018. Fíjense que, a pesar de que Zapatero regularizó a los inmigrantes, en lo que llegó la crisis estos se fueron a su país. ¿Por qué? Porque tener residencia legal garantiza muchos beneficios, pero no el de conseguir un trabajo decente, estable y seguro.
Vean como, entre 2008 y 2013, el flujo fue cada vez menor. Recordemos que Rajoy llegó al poder a finales de 2011 y, durante los primeros dos años de su gobierno (2012 y 2013) se dedicó a comenzar a arreglar el desastre dejado por Zapatero.
En 2014, cuando la economía comenzaba a mejorar, la llegada de extranjeros también fue aumentando porque, aunque Rajoy cambió la ley y restringió el acceso a la salud pública, eso no fue un obstáculo para que la gente quisiera venirse a España.
De hecho, si fuera sólo por el tema de la sanidad gratuita, no habría ni un solo inmigrante en los Estados Unidos, país que tiene millones de irregulares sin posibilidades de obtener nunca un estatus de residente, pero que llevan hasta décadas en esa nación, han comprado coche, casa, inclusos algunos hasta tienen negocios propios y están sin papeles; porque al momento de emigrar, lo que priva es la búsqueda de estabilidad económica.
Así que, si usted es inmigrante, recuerde que la izquierda suele ser sinónimo de desempleo, de hambre y de miseria; y normalmente el primero que se queda sin trabajo es el extranjero sin papeles.
Cuando llegue la crisis económica generada por el coronavirus, potenciada por las políticas sin sentido de este gobierno social-comunista; el primer afectado podría ser usted y, si no tiene papeles, probablemente no tendrá derecho a ningún tipo de ayudas… ¿Lo había pensado? Ojalá que España no llegue a esa situación, porque ni usted ni nadie se merece eso.
