Siempre he dicho que cuando emigras comienzas de cero. Eso podría parecer malo, difícil, duro, complicado. Sin embargo, puede ser todo lo contrario ya que, al momento de llegar a tu nuevo país, es cierto que debes empezar desde abajo nuevamente, pero «aprendido»; porque todo lo que sabes, tus ideas, sabiduría y habilidades se vinieron contigo, y las tienes a disposición para conquistar tus metas.
Recuerda que tu experiencia y conocimientos son determinantes para salir adelante en este nuevo entorno. Obviamente, muchas cosas serán diferentes, pero ten presente que eres una persona inteligente, capaz, con posibilidades ilimitadas y que ya tuviste la capacidad de vencer el miedo más paralizante de todos: el miedo a emigrar.
Diste un gran paso. Ya emigraste, ya tuviste la valentía y la determinación de lanzarte a lo desconocido, de llegar a un país distinto, con un idioma nuevo, cultura y costumbres extrañas para ti; sin saber qué esperar o cómo ibas a sobrevivir. Ahora todo depende de ti y podrás hacerlo, sin miedo, con mucho trabajo, con esperanzas y confiando en tus capacidades.
Habrá quienes te acusen de cobarde por marcharte, pero para mí (sin menospreciar al que se queda) la valentía necesaria para irse, dejar atrás todo lo amado y comenzar desde cero es inmensa. Recuerda que una página en blanco es siempre una oportunidad. No la desaproveches. Ponle manos a la obra y haz tus sueños realidad. Sí puedes.
